Una de las tendencias como seres humanos es buscar un culpable. Muchos echan la culpa a Dios y otros al Diablo. En la Biblia, en la carta de Santiago se nos enseña la diferencia entre prueba y tentación tanto en su orígen como en su propósito y se nos recuerda que nunca debemos culpar a Dios pues El siempre da buenas cosas a sus hijos y quiere el bien para nosotros. De todas formas, la clave está en conocer el proceso de la tentación y cómo hacer frente al problema que viene fundamentalmente de nuestro interior. Escucha el mensaje sobre cómo Enfrentar la tentación.
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