Descubriendo los lenguajes del Amor


cartel reunion parejasTodos buscamos AMOR. Los poetas y los filósofos han cantado y escrito mucho sobre el Amor. El mismo Jesucristo lo ensalzó: El amor a Dios se mide por nuestro amor al prójimo. Casi nadie puede vivir sin emparejarse y, sin embargo, en los colegios, institutos y universidades no nos enseñan ni a ser padres ni a ser esposos que realmente se amen. Pero el que quiera ser buen padre y buen cónyuge puede serlo.

Todo parte de entender las diferencias de amor y enamoramiento y aceptar el reto de que amar es una actitud y decisión que debe trabajarse y requiere esfuerzo y sacrificio, además de experimentar el verdadero amor incondicional que sólo Dios puede derramar en nuestras vidas
Puedes escuchar la conferencia sobre este tema realizada en nuestra cena de parejas y también leer este artículo que resume algun aspectos de los 5 lenguajes del amor:

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El terapeuta Gary Chapman en su libro «Los Cinco Lenguajes del Amor» (1992), afirma que «el deseo de amor romántico en el matrimonio está profundamente enraizado en nuestra estructura psicológica. (…) Mantener vivo el amor en nuestro matrimonio es un asunto muy serio» y «si queremos ser efectivos comunicadores de amor, debemos estar dispuestos a aprender el lenguaje amoroso más importante de nuestro cónyuge», pues «en el corazón de la existencia humana se encuentra el deseo de tener intimidad y de ser amado por otro. El matrimonio está diseñado para llenar esa necesidad de intimidad y amor». Son «una sola carne», según la Biblia. Los psicólogos afirman que «entre nuestras necesidades básicas están la necesidad de seguridad, de valor personal y de significado. El amor, se interrelaciona con todas ellas».
«Nuestra necesidad emocional más básica no es enamorarnos, sino ser verdaderamente amados por otro» (y amar), y «esa clase de amor requiere esfuerzo y disciplina. Es la decisión de emplear la energía en un esfuerzo que beneficie a la otra persona. Sabiendo que su vida será enriquecida por su esfuerzo, usted también encontrará un sentido de satisfacción: la satisfacción de haber amado verdaderamente a otro» y, por tanto, cuidar de sus intereses.
Los 5 lenguajes del Amor, según Gary Chapman:
1. Palabras de afirmación.
2. Tiempo de calidad.
3. Recibir regalos.
4. Actos de servicio.
5. Toque físico.
Chapman ha simplificado en cinco los lenguajes de amor principales, y ha corroborado con su experiencia que «rara vez un esposo y una esposa tienen el mismo lenguaje amoroso principal», por lo que muchas veces «nuestro cónyuge no entiende lo que estamos comunicando»… sencillamente ¡hablamos distinto idioma!. Por suerte, aprender los lenguajes del amor es más fácil que aprender un idioma hablado, basta con que haya auténtico amor, porque el amor hará que el resto del trabajo sea asequible. Chapman dice: «una vez que usted identifique y aprenda a hablar el lenguaje amoroso principal de su cónyuge, creo que habrá descubierto la clave para un matrimonio duradero y lleno de amor». Y nos advierte que «tendremos que esforzarnos para aprender un segundo lenguaje amoroso». Estos 5 lenguajes los resumimos a continuación, dejando claro que cada lenguaje puede tener muchos dialectos y variaciones que con amor podremos aprender:
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1. Palabras de afirmación:
Las personas con este lenguaje de amor principal requieren palabras estimulantes, de aprobación y de ánimo y así se sienten más motivados para retribuir. Se trata de hacerle ver a la otra persona que la valoramos, y que esa apreciación se mantiene en el tiempo. También es importante animarla a hacer sus proyectos, y hacer que la persona amada se sienta apoyada. Para ello «debemos primero saber qué es lo importante para nuestro cónyuge». «El amor es bondad. Por lo tanto, si vamos a comunicar amor verbalmente, debemos usar palabras bondadosas», incluso aunque lo que queremos comunicar sea algo doloroso. En vez de usar reproches, es mejor expresar cómo nos hemos sentido y qué cosas nos gustaría que hiciera nuestra pareja, pero que no suene a exigencias, sino a ofrecer información, porque «si queremos amarnos el uno al otro, necesitamos conocer lo que la otra persona quiere»… «el amor hace peticiones, no demandas». Si este es el lenguaje de amor de su cónyuge se trata de que intente verbalizar todo lo bueno que tenga y haga su pareja, y todo lo que usted ama a esa persona, tanto delante de ella como cuando no esté presente.
2. Tiempo de calidad:
Mirarse mutuamente, conversar y darse atención completa por un tiempo es otra forma de comunicar amor (sin TV ni otras distracciones). «Un aspecto central del tiempo de calidad es la unión. No me refiero solamente a la proximidad… Unión tiene que ver con una atención completa entre los dos». Esta unión puede ser por medio de una «conversación de calidad», comunicando «experiencias, pensamientos, sentimientos y deseos», en un contexto amistoso, ininterrumpido y de intimidad. Por supuesto, se admiten preguntas con el deseo de entender los pensamientos, sentimientos y deseos del otro. Este es un lenguaje muy femenino, especialmente en el dialecto de la conversación. Muchas mujeres necesitan comunicar su interior, sus problemas, pero no esperan de su pareja consejos o soluciones, sino comprensión y sencillamente tiempo. Los hombres suelen estar entrenados para «analizar los problemas y buscar soluciones», olvidando que «el matrimonio es una relación, no un proyecto para ser completado, ni un problema para ser resuelto». Aquí hay una diferencia generalizada entre hombres y mujeres que el Dr. Gray resalta en su famoso libro: «Cuando un hombre está preocupado, se retira a su cueva interior y se concentra en la solución del problema. (…) Tanto se concentra en la solución de este problema que pierde por el momento la conciencia de todo lo demás. (…) A la mujer le resulta difícil en estos momentos aceptarlo, porque no sabe en qué medida él está agobiado. (…) El hombre no habla de sus problemas, y ella cree que no le hace caso,» pero lo mejor es respetar el estado alterado de ese momento. «Cuando las mujeres hablan de problemas (…) el hombre supone que la mujer lo considera a él responsable. (…) El hombre no sabe que ella se sentirá agradecida sólo con que él escuche. (…) No se da cuenta de que ella no espera de él una solución, sino sólo su atención y comprensión.» «Del mismo modo que para el hombre es una satisfacción examinar los complicados detalles que llevan a una solución, a la mujer le satisface comentar los detalles de sus problemas.» Gray generaliza diciendo que «los hombres se motivan y adquieren fuerza cuando se sienten necesarios. Las mujeres se motivan y adquieren fuerza cuando se sienten queridas». Así, Chapman asegura que «una relación pide un escuchar comprensivo, con el propósito de entender los pensamientos, sentimientos y deseos de la otra persona. Debemos estar dispuestos a dar consejo sólo cuando es solicitado, y no de una manera condescendiente» (en esto fallan mucho los hombres… ¡ojo!). Chapman explica cómo mejorar una conversación: 1. Mantener contacto visual, sin distracciones, sin hacer otras cosas a la vez. 2. Escuchar los sentimientos intentando comprenderlos, verificando lo percibido con palabras del tipo «Me parece que te sientes desilusionada porque…». 3. Observar el lenguaje corporal (puños apretados, nerviosismo, ojos…). 4. No interrumpa… su meta es descubrir sus sentimientos (no defender a nadie o juzgar): una interrupción romperá el hilo. Por otra parte, especialmente los hombres deben aprender a comunicar sus sentimientos, más que hablar de pensamientos, pues las mujeres suelen agradecer y buscar esos sentimientos, esa intimidad que hacen que una relación sea única y especial, porque hablar de pensamientos se puede hacer con todo el mundo. Chapman da una idea interesante: «Una forma de aprender este nuevo patrón es estableciendo un tiempo diario de comunicación, en el que cada uno contará tres cosas que le hayan sucedido ese día, manifestando cómo se sintió». Otro dialecto de este lenguaje es «actividades de calidad», que consiste en hacer cosas juntos.

3. Recibir regalos:
Chapman resalta que este es un lenguaje universal e intercultural, aunque tal vez todos los demás también lo sean. «Este es uno de los lenguajes de amor más fáciles de aprender», y «no necesitan ser costosos ni deben ser semanales»: Lo que cuenta es más el detalle, el tiempo que invirtió pensando en la persona amada mientras hacía, buscaba o compraba el regalo. Puede ser una manualidad o un pequeño detalle. «La presencia física en el momento crítico es el regalo más poderoso que usted puede dar, si el lenguaje principal de amor de su cónyuge es recibir regalos». Algunas personas son ahorradoras o austeras y les cuesta hacer regalos, pero deben descubrir qué les gusta a su pareja y entender que es una inversión en su felicidad.

4. Actos de servicio:
Si su cónyuge usa este lenguaje como principal tendrá que «hacer cosas que usted sabe que a su cónyuge le gusta que usted haga». Se busca agradarlo sirviéndolo, para expresar su amor por esa persona, haciendo cosas para ella. Estos actos «requieren pensamiento, planificación, tiempo, esfuerzo y energía. Si se hacen con un espíritu positivo, son en verdad expresiones de amor», más importantes cuanto menos placenteros sean. El propio Jesucristo ensalzó el servicio a los demás como forma de amor (incluso lavando los pies a sus discípulos). Los actos de servicio que deseemos de nuestra pareja debemos expresarlos sin exigencias: «las peticiones dan dirección al amor, pero las demandas detienen el flujo del amor». Pero lo que no debemos esperar es que nuestro cónyuge descubra lo que deseamos… hay que comunicarlo con buen talante y con paciencia si decide no hacerlo. «Con suficiente crítica usted puede conseguir que su cónyuge haga algo que usted quiere, pero no lo hará como una expresión de amor». «Cada uno de nosotros debe decidir diariamente amar o no amar a su cónyuge. Si decidimos amar, entonces expresémoslo» de la manera más efectiva para nuestra pareja. El amante maduro sabe aceptar las críticas de su pareja pues «las personas tienden a criticar más a su cónyuge en el área en la que ellas tienen la necesidad más grande», por lo que una crítica nos está dando información sobre como comunicar amor a nuestra pareja… si queremos comunicarlo, claro. Usualmente, cuando comunicamos amor a nuestra pareja, ésta está más dispuesta a devolvérnoslo. «La manipulación por medio de la culpa no es un lenguaje de amor. La coerción por el temor es ajena al amor».

5. Toque físico:
Chapman nos recuerda la importancia de transmitir amor físicamente, desde que nacemos. Los niños que son acariciados y besados desarrollan una vida emocional más saludable. El sexo es sólo un dialecto de este lenguaje, que puede hacer uso de todo el cuerpo. «El contacto físico puede producir o romper una relación. Puede comunicar odio o amor». Este contacto puede ser mediante un masaje, o mediante un leve roce al cruzarse, sentarse juntos, o besarse como saludo cotidiano… «el cuerpo es para tocarlo», sin abusar, por supuesto. «Si el lenguaje principal de amor de su cónyuge es el contacto físico, nada es más importante que tenerla entre los brazos cuando llora», pero también buscar a tu pareja para un abrazo, una caricia o un encuentro sexual. Para Chapman, un matrimonio abierto en este lenguaje es «descabellado» y por eso una infidelidad puede provocar «dolor emocional profundo» y «la intimidad se esfuma». Algunas personas, cuando descubren que el lenguaje de amor de su pareja es el «toque físico», comienzan a dar contacto físico a su pareja y observan que cambia «su personalidad y su espíritu». Aunque el sexo es muy importante para algunos de ellos, todos anhelan que su cónyuge llegue y los abrace. «La mayoría de los problemas sexuales en el matrimonio tienen poco que ver con las técnicas físicas, y mucho con la satisfacción de las necesidades emocionales».
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