Enfrentando el desánimo


recuerdosA todos nos puede ocurrir y debemos estar preparados para enfrentarlo. Hablamos del desánimo, que nos acecha a la vuelta de la esquina de nuestro diario vivir.  En la Biblia, encontramos situaciones parecidas a las nuestras con las que podemos identificar y aprender.  Así le ocurrio al pueblo de Israel cuando edificaban el muro bajo la dirección de Nehemías.

Nehemías no tenía idea sobre lo complicada que pudiera volverse la vida. El se hizo cargo de un proyecto que según todas las apariencias parecía inocuo, inocente y más bien simple. Al fin y al cabo, ¿qué podría ser tan difícil en la construcción de un muro alrededor de una ciudad. Parecía que Nehemías podría tener ese muro terminado  en sólo unas pocas semanas; luego regresaría a Persia para asumir el cargo que dejó al salir. ¡Pero no fue así!
¡El miró por encima de los hombros de aquellos trabajadores, y de repente las cosas se complicaron En efecto, cuanto más trataba de aliviar el problema, mayor se volvía. Primero hubo sarcasmos. Luego hubo una burla, la cual condujo a una abierta oposición y a la crítica, y finalmente, hubo conspiración. La conspiración era tan grande que pronto ocurrió lo inevitable: se introdujo el desánimo.
No importaba lo que se esforzara, Nehemías era incapaz de resolver los problemas.Acompáñanos en el capítulo 4 de Nehemías para descubrir las causas del desánimo y las soluciones que utilizó Nehemías.

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